Días de Radio en África : confieso que he recibido...

, par Eduardo Olivares Palma

Quienes me conocen me han oído decir más de una vez que trabajar en varios países de África con jóvenes periodistas y responsables de radios comunitarias fue un verdadero regalo de la vida. Un regalo al que los propios jóvenes sumaron gestos, obsequios diversos y hasta una canción.


Sería largo enumerar la cantidad de grandes y pequeños gestos que, en el día a día de nuestras actividades de formación, dieron cuenta de una conmovedora gratitud o de una naciente amistad. Gestos que iban desde hacerme descubrir el refrescante bissap- bebida preparada con flores de hibisco – hasta regalarme una canción para lanzarme "buenas ondas" o sorprenderme con una generosa porción de grillos grillés que la abuela de alguno de ellos había preparado especialmente para que los probara el mundele (hombre blanco).

Con Diariatou Diallo
Con Diariatou Diallo

Si el obsequio de un grabado artesanal de la emblemática máscara Nimba fue una iniciativa individual de la talentosa periodista guineana Diariatou Diallo otros, como la pequeña escultura de madera que representa a una cebra alimentando a su cría, fue un regalo colectivo de los jóvenes de Butembo que habían participado en el taller que hicimos en esa localidad del este de la República Democrática del Congo.

En Butembo...
En Butembo...

Un regalo en cantado...

En todo caso, en materia de gestos y regalos uno de los más emocionantes fue sin duda alguna “Reconnaissance” (Gratitud), la canción creada e interpretada especialmente para nosotros por el coro de Bayanga, en República Centroafricana. En ella agradecían, en francés y en sango, los dos idiomas oficiales del país, lo que, según ellos les había aportado la creación de Radio Ndjoku. Junto con mencionar las instituciones que habían participado en la creación de la radio – RFI Planète Radio, CFI, WWF - la letra de la canción enumeraba los nombres de todos los “formateurs” (instructores) : Max Bale, Gwendal, Pascal, Félix Zinsou, Richard Goutia y... Monsieur Eduardó. No olvidaré nunca la emoción que sentí cuando la escuché el 28 de noviembre de 2015, día de la inauguración de las transmisiones de la radio.